jueves, octubre 02, 2008

María Zayas (1590-1661)

Una por Una

El tiempo apremia y las mujeres siguen desangrándose sin que podamos parar este río de sangre. El 26 de septiembre fue en Valencia; una mujer de 35 años asesinada por su ex marido de 38.


Miramos a nuestro pasado y encontramos a María de Zayas (Madrid, 1590-1661), una de las principales plumas del Siglo de Oro que defendió el derecho de las mujeres a la educación. En este período se produjo en Europa una gran actividad científica a cargo de mujeres en las ciencias naturales, la biología, la geología, la astronomía y las matemáticas. Entre ellas destacaría otra española: María Andrea Casamayor y de la Coma, cuyos estudios ayudaron a los investigadores de las matemáticas aplicadas.

Volvemos a María Zayas: Era hija del capitán de infantería Fernando de Zayas y Sotomayor, que servía como caballero al conde de Lemos, y de María de Barasa. Vivió algún tiempo en Zaragoza. Se cree que pudo residir también en Sevilla o Granada. Autora de diez novelas donde se mezclan los géneros literarios de la época, desde la novela bizantina, como La fuerza del amor, hasta la picaresca. Algunos títulos más: La esclava de su amante, La inocencia castigada, El verdugo de su esposa, Desengaños amorosos…

y rescatamos algunas de sus palabras:

En la era que corre estamos con tan adversa opinión con los hombres, que ni con el sufrimiento los vencemos ni con la conciencia los obligamos. (...) ¿Por qué, vanos legisladores del mundo, atáis nuestras manos para la venganza, imposibilitando nuestras fuerzas con vuestras falsas opiniones, pues nos negáis letras y armas? ¿Nuestra alma no es la misma que la de los hombres? (...) Por tenernos sujetas desde que nacimos, vais enflaqueciendo nuestras fuerzas con temores de la honra, y el entendimiento con el recato de la vergüenza, dándonos por espadas ruecas, y por libros almohadillas

¿Qué más desengaño aguardáis que el desdoro de vuestra fama en manos de los hombres?(...) ¿Es posible que con tantas cosas como habéis visto y oído no reconozcáis que en los hombres no dura más la voluntad que mientras dura el apetito, y en acabándose, se acabó?...

¿Qué razón hay para que no tengamos promptitud para los libros? Y más si todas tienen mi inclinación, que en viendo cualquiera nuevo o antiguo dexo la almohadilla y no sosiego hasta que le paso<

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Ya es hora de que toda esta lacra vaya desapereciendo, para ello nosotros los educadores/as tenemos una buena herramienta para colaborar en ello.

Anónimo dijo...

os sugiero una entrada sobre elena martin vivaldi, poeta andaluza de los 40, muy interesante

Juana G. Linares dijo...

Gracias por el apunte, tomamos nota.