miércoles, octubre 31, 2007

Wallâda bint al-Mustakfi (994-1091)

UNA por UNA

(Seguimos teniendo que ampliar esta sección. Hoy es por L.S.C. , asesinada por su marido el 29-10-07 en Valladolid)

Wallâda era una princesa hija del califa Muhammad III al Mustakfí, de la familia de los Omeya cordobeses.

Fue educada en las tertulias literarias donde coincidían los autores más famosos de esta época final del califato de Córdoba.

Mujer de una gran belleza e inteligencia, muy pronto destacó en esos círculos literarios donde gozó de una libertad e independencia inusuales para una mujer de la época. Participó en competiciones literarias masculinas con el rostro descubierto, que contribuyó a forjar la leyenda de “mujer perversa y libertina”. Sin embargo el famoso Ibn Hazm, autor de El collar de la Paloma, defendió su honestidad y su libertad.

Al parecer llevaba escritos versos en la orla de su túnica, según la moda de Bagdad. En la manga derecha decía: “Estoy hecha, por Dios, para la gloria/ y voy, orgullosa, por mi propio camino”. En el izquierdo: “Doy poder a mi amante sobre mi mejilla/y mis besos ofrezco a quien los desea”

Prescindió de la tutela masculina y abrió un salón literario al que concurrían los poetas y literatos de su tiempo. También creó una escuela para niñas de distintas condiciones sociales. De ellas destacó Muhya bint At-Tayyânî al-Qurtubiyya, hija de un vendedor de higos y que luego escribiría poemas satíricos contra su maestra:

"Aleja de la aguada de sus labios
a cuantos la desean,
igual que la frontera se defiende de cuantos la asedian,
a una la defienden los sables y las lanzas,
y a aquéllos los protege la magia de sus ojos"


Wallâda es conocida por los poemas que se conservan y que están dedicados al gran amor de su vida: el poeta cordobés Ibn Zaydum. El amor entre ambos termina cuando Ibn Zaydum seduce a una esclava de Wallâda. Ello provoca una fuerte reacción que queda reflejada en sus poemas:

"Si fueras justo con el amor que existe entre nosotros,
no habrías escogido ni amarías a mi esclava;
has dejado una rama donde florece la hermosura
y te has vuelto a la rama sin frutos.
Sabes que soy la luna llena,
pero, por mi desdicha,
de Júpiter estás enamorado".

Vivió dedicada a la enseñanza y protegida por el visir Ibn Abdus hasta su vejez. Murió el mismo día en que los almorávides entraban en Córdoba, 26 de marzo de 1091.



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