lunes, mayo 14, 2007

II JORNADAS DE FORMACIÓN DOCENTE EN IGUALDAD DE GÉNERO y IV

Para terminar con la crónica de las Jornadas de Baeza nos referimos a la conferencia final del día 27 a cargo de la Doctora Nieves Blanco, Profesora de Didáctica de la Universidad de Málaga: “Aprender en relación: recetas para crear libertad”
En su disertación defendió el concepto de “recetas” como lo utiliza la poeta Ana Mañero en el sentido de “contar lo que tú haces, hablar en primera persona”.
Y se preguntó “¿Qué tiene valor educativo?:
  • Preparar para la libertad creando posibilidades.
  • Educar en masculino y en femenino”.
Ello significa evitar la neutralidad, trabajar desde la diferencia, desde el reconocimiento de la diferencia como riqueza. La diferencia es distinta a la desigualdad. La negación de la diferencia es la que crea la desigualdad a partir de la jerarquía, no del “estar al lado”.
Ello significa una serie de cambios internos que nos afectan y que debemos tener en cuenta porque nos obligarán a pensar de nuevo un modo de estar en el mundo, interpretarlo y relacionarnos con él.
La realidad cambia cuando nuestra mirada, nuestra relación con la realidad, cambia. Pero no puede haber cambios si no cambia nada en nuestro interior.
Y se preguntaba ¿Qué hacer?:
  • Apoyar los cambios.
  • Evitar la lógica víctimas-culpables en el análisis de la realidad.
  • Integrar esfuerzos y buscar complicidades.
Hoy las chicas no se reconocen como víctimas y si se les coloca en esa posición lo rechazan porque es como si eso fuera algo de “nuestro pasado” y lo interpretan "como si no quisiéramos conocerlas".
Por otro lado los chicos creen que son los responsables de lo que determinados hombres han hecho en el pasado y, en lugar de analizar para entender, colocan una barrera que impide la comunicación.
Por ello se trata de promover cambios para vivir mejor, no para victimizar, de ahí que sea necesario fomentar las parcelas de libertad en las que cada sexo pueda expresarse libremente para elegir y asumir los cambios.
Los cambios son de todos y de todas, no es un asunto de mujeres para las mujeres. Los hombres deben preguntarse por sí mismos, del mismo modo que los profesores deben ser conscientes de que son modelos para los chicos.
Hay que apoyar los cambios con firmeza y delicadeza, desmontando prejuicios sin confrontación, apelar más al sentido que al derecho, persuadir más que imponer y apoyarse en las relaciones, aprender de l@s demás y con l@s demás.
Como sugerencia para la acción se debe apostar por promover acciones en positivo, por ejemplo:
  • Apoyarse de lo que se hace bien, en lo que tiene éxito: buscar modelos femeninos y elecciones profesionales no convencionales como algo positivo.
  • Darle la vuelta a la forma de mirar la realidad (proyecto “Relaciona” del IAM): presentar buenas relaciones frente a violencia; buenos tratos frente a malos tratos; bienestar frente a conflicto.
  • Analizar modelos de mujeres y hombres en la publicidad, el cine, música, videojuegos. Modelos positivos, no solo los negativos.
Para ello recomendó el documento del IAM “La diferencia sexual en el análisis de los videojuegos”.
  • Trabajar con las familias temas de Convivencia y resolución de conflictos además de la orientación educativa. “Conflictos en la escuela sin violencia” del IAM.
Y utilizar la gran cantidad de recursos del Instituto de la Mujer disponibles
como “Los saberes de cada día”, para secundaria,
“El misterio del chocolate en la cocina”, para primaria.
“La actividad científica en la cocina”,
“Aprender a cuidar y a cuidarnos”,
“Contar cuentos cuenta”,
“Matemáticas y transversales” de Rosario González Vigil.
Y la gran cantidad de recursos de la Revista catalana de estudios feministas DUODA

En definitiva, y como conclusión, no hay que renunciar a nombrar la realidad como es, y esa realidad está compuesta por hombres y mujeres, porque está demostrado que lo que no se nombra no es, no existe.


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